miércoles, 11 de diciembre de 2013

Paquetes alimenticios con tetrabricks

   Dándole vueltas a los posibles usos de un tetrabrick nos encontramos con una forma de aprovecharlos estupenda: recipientes para el congelado de comida. Las madres de estudiantes universitarios que alimenten a sus hijos "a distancia" ya pueden ir cogiendo papel y boli, porque este sistema les va a encantar.


Es tan sencillo como recortar el brick al tamaño deseado y enjuagarlo abundantemente con agua. 

Hay que cortar unas solapas amplias para hacer un cierre resistente, 
y una vez se haya guardado la comida (cocinada o no) dentro del brick, 
se pliegan las solapas y se coloca una cinta adhesiva.

¡Al congelador!
Cuando queramos comerlo lo quitaremos del freezer, lo dejaremos descongelar, 
vaciaremos la comida en una cazuela o plato, y el brick lo mandaremos al cubo del reciclaje (no lo reutilizamos).

¿Ventajas? Barato, cómodo, seguro (hasta donde alcanza nuestra experiencia), optimiza el espacio (se puede adaptar el tamaño del brick a la cantidad de comida que se guarde), se descongela rápido,…

¿Desventajas? Para nosotros ninguna.
Si alguien tiene algo en contra del uso del tetrabrick… siempre quedarán los tarros de cristal ;)


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